miércoles, 26 de octubre de 2011

LAS TRES VESTALES

Será casual, pero ha sido pedirnos el profe que investiguemos el origen del teatro, el griego de la antigüedad y el romano que le sucedió, que lo copiaba pero poniendo mas dinero en la producción teatral, y al bajar al Maravillas he visto una foto en primera que parece la continuidad natural de aquellos orígenes.

Se trata, nada menos, que la foto de una ceremonia que ya se celebraba en el siglo II, apenas unos siglos después de que comenzara a andar el carro de Tespis, antecedente de las actuales viejas furgonetas Volkswagen que transportan a nuestros trashumantes cómicos de la legua para actuar en las fiestas de los pueblos.

Ese ritual fotografiado corresponde a la boda con Cristo de lo que antiguamente llamaríamos LAS TRES VESTALES, pero, en honor a la verdad, como no se entregan a Vesta, sino a otro avalista, hay que precisar que se trata de tres nuevas componentes del selecto círculo de las tres mil vírgenes que existen en el mundo afiliadas al Orden de Vírgenes Seglares.

Yo siempre he creído que una virgen es solo una soltera a la que han dejado entera. Después de leer a Baltasar Bueno, 'La Prostitución en Valencia en el siglo XV', y su escalofriante cita de los lupanares que existían entonces en algunos conventos, ('Levante' del domingo) comprendo que estas mozas que han hecho voto de castidad hayan elegido la vía seglar para conservarlo, en lugar de la conventual, al parecer, mucho mas arriesgada.

Seguiré burlándome de la Iglesia, a continuación, no por nada en especial, solo porque conservo memoria de cuando la iglesia se burló de, al menos, medio país, imponiendo a sangre y fuego el nacional catolicismo.
(...)

Una cosa que me intriga de la Iglesia, en particular de la suya, la de aquí, es no leer nunca declaraciones de sus altos dignatarios condenando los nefandos pecados de saqueo y expoliación que a algunos miembros del partido político al que nos recomiendan votar les reclama la justicia ordinaria, sin que la divina representada por esos dignatarios abra la boca. Es un silencio ominoso que parece sugerir que a esas jerarquías les obsesionan los pecados del coño, pero el saqueo de lo público les deja indiferentes.

No se si es casual, o no, que encima de la foto de las vírgenes seglares aparezca hoy en 'Levante' el titular que informa de que han empapelado a Enrique Crespo, destacado dirigente del PP, por el asunto de Emarsa, ya saben la depuradora a la que entraban lodos y salía dinero con mayor fluidez, lógico, tienen distinta densidad, pero esta coincidencia da a entender que lo sagrado y lo profano habitan el mismo mundo.

Por eso, les preguntaría a las nuevas sacerdotisas de Cristo si lo han buscado como avalista para pedir una hipoteca, a cambio de ofrecer su virginidad, aunque la lectura
de la noticia aclara que se trata de una abogada (nos podrá informar de lo de Crespo?), una pianista y una profesora, y sus edades --solo una no ha alcanzado la cuarentena-- y profesiones parecen indicar que no necesitan de aval alguno.

Esto de la virginidad y su opuesto, los pecadillos del coño, que tanto preocupan a nuestras
jerarquías católicas que quieren orientar nuestro voto, aunque pasan por completo de condenar el saqueo al que su partido recomendado somete el patrimonio del pueblo, no ha cambiado mucho desde el siglo XV.

Vean la letrilla de Luís Eduardo Aute, '..Una de dos, o me llevo a esa mujer, o entre los tres nos organizamos, si puede ser...', que alude al trío, y vean a continuación, lo que cuenta Baltasar Bueno en el artículo que ya he citado, '..la normativa municipal (del siglo XV) castigaba a los que estaban con dos mujeres, o a las que estaban con dos hombres'
lo que parece una evidencia histórica de que el trío, y la castidad, son coetáneos, al menos, que sepamos, desde el siglo XV.

Concluiré con un tópico filosófico. Todo fluye, nada permanece, lo sabemos desde que Heráclito observó que no te puedes bañar dos veces en el mismo río, porque al intentarlo, el río ya es otro, pero al mismo tiempo, Parmenides sostuvo que nada cambia, todo permanece. ¿Se refería tal vez a la naturaleza de los hombres que contemplaban el río?. La permanente presencia de la castidad y el trío en diferentes épocas, así parece sugerirlo.

Y ustedes, los de la sotana, Osoro y compañía, a ver si condenan públicamente, de una puta vez, a los estafadores y saqueadores protegidos.

Total, que hoy iba a hablar de teatro, de Esquilo y la tragedia, de la soledad y el dolor según Sófocles, de la filosofía en escena de Eurípides, de la comedia de Aristófanes, y de los héroes griegos, cuyos actuales continuadores han conseguido, nada menos, que sus acreedores se traguen un sesenta por ciento de la deuda, mientras aquí no queremos que rebajen ni un duro, porque socavaría nuestro prestigio, anda ya.

En lugar de ese discurso, juro que no se porqué, me ha salido aproximadamente una blasfemia, pero no se molesten en excomulgarme, ya lo hice yo mismo hace mucho tiempo. Para compensar esta desviación (me refiero a mi abandono hoy del tema del teatro) el jueves voy a proponer al profesor que montemos una cosa cómica para representarla en navidad, se llamará 'LAS TRES VESTALES'.

En fin. Las Tres vestales.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)26-10-11.

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