viernes, 28 de octubre de 2011

LLUVIA

He bajado al Maravillas y no llueve. Es mas, la calzada está completamente seca, no hace viento y la temperatura es muy agradable, a despecho de los avisadores apocalípticos --no me refiero a los meteorólogos- que habían aconsejado que nos quedáramos confinados en nuestras casas, porque venía la de dios.

Los meteorólogos, al menos Montón, el que firma hoy la columna que 'Levante' cede habitualmente a estos profesionales, dicen cosas tan sensatas como esta, '¿Cuando llueve? (...)Aquí, con nuestra conflictiva y enriquecedora variedad, y mas hablando del clima, siempre es peligroso generalizar', lo que me recuerda la sentencia de Víctor, el pastor retirado que vivía en la aldea donde está la casa de la sierra, 'Puede llover, o puede no llover..'.

Entonces, si las cosas de la lluvia son tan aleatorias, ¿Porque los avisos apocalípticos tienden a exagerar y generalizar? Tengo un par de hipótesis sobre el particular, pero
si les interesa conocerlas deberán picar en 'leer mas'
(...)
En primer lugar, los avisadores, entre los que se incluyen ciertos políticos y escribidores, a veces dan la sensación de que cobran solo por eso, por avisar.
Recuerden cuando Solbes, deslizando al oído del presidente sus predicciones, lanzó el aviso de que la hostia que nos hemos pegado después, de la que tardaremos años en recuperarnos, era una desaceleración. Tu levantas el pie del pedal porque te aproximas a un semáforo y cuando se pone verde vuelves a arrancar enseguida. O sea.

Otro avisador, Rajoy, seducido por las palabras que cuchichea Montoro --el Solbes del PP--
fuera de cámara, avisa de que el crédito a las empresas se va a poner peor por las decisiones de Bruselas, como si pudiera ponerse peor de lo que ya está a causa de una cosa que los expertos llaman la 'trampa de la liquidez', que opera desde hace tres años y seguirá operando mientras se sigan políticas erróneas, en lugar de llamar a Krugman.

Por cierto, lo de Bruselas tiene huevos. Que los bancos alemanes le hayan largado al Banco Central Europeo toda la basura que tenían en deuda griega, antes de esa operación que persigue apuntalar el capital de los demás bancos que conservan ese riesgo,es de puto juzgado de guardia, no?.

Volviendo a lo de la lluvia, y los avisos apocalípticos, mi segunda hipótesis, aparte de que los avisadores cobran por avisar, se basa en el principio de prudencia. ¿Recuerdan aquella nevada que paralizó el país y que pilló a las autoridades en bragas, ¿si?. Bueno, pues sospecho que los excesos avisadores de ahora vienen de aquella experiencia. Si aplicas el principio de prudencia y exageras los efectos de una probable lluvia catastrófica, si aciertas, puedes argumentar, 'ya te lo dije..', y si no, siempre puedes defender que aplicar el principio de prudencia en la protección a la población es una exigencia elemental de buen estadista y que ese principio está por encima del riesgo de incurrir en generalizaciones apocalípticas.

Joder, esto parece una tesis sobre teoría del Estado, y la cosa no iba por ahí, se trata de la lluvia.

La lluvia, sospecho, tiene un comportamiento cíclico y aleatorio, como yo lo he tenido en el pasado mas que ahora, pero si me identifico con la lluvia --me inspira su presencia, pero también su ausencia-- es mas por la certeza de que algún día, después de un prolongado periodo de sequía, cuando vuelva a llover, la lluvia caerá blanda y suave como unos labios de mujer buscando mi tumba para aliviar la sed de sus crisantemos, y no la encontrará, porque yo mismo formaré parte de esa lluvia.

Los humos de la cremación de mis frágiles restos materiales se habrán incorporado a la atmósfera, vivirán en las nubes, como yo a veces vivo ahora, las partículas sobrantes de mi incineración viajarán con el viento hasta los viñedos de la casa de la sierra y allí, convertido en gota caeré sobre algún pámpano de la vid y contribuiré modestamente a la siguiente cosecha, alguna pareja enamorada se enlazará al calor de la chimenea en una ceremonia eterna e invariable del amor, después de haber bebido del vino que yo habré contribuido a cultivar con mi insignificante presencia líquida, y esa forma de inmortalidad, la de formar parte de la lluvia y del ciclo del agua, de la tierra, del fuego y del amor, me parece infinitamente mas deseable que dejar una copia de mi efigie fundida en bronce encima de un pedestal para que la caguen las palomas. Pero, para gustos, colores, o sea.

Un poco necrológico me ha salido esto, pero, claro, estamos en vísperas del puente de Todos los Santos, de la noche de Halloween, y he vuelto del Maravillas un poco cabreado, no lo niego, porque, aparte de recuperar el viejo y sólido paraguas que dejé ayer olvidado, pensaba aprovechar este puente para pasarlo en la casa de la sierra, al calor de la lumbre, y no ha sido así.

Un amigo que debía acompañarnos va a ser sometido estos días a una intervención de cirugía menor --yo creía que los quirófanos estaban chapados para reducir la población con derecho a prestaciones-- y, además, nos hemos dejado intimidar por las previsiones apocalípticas y los consejos de permanecer en casa y no salir para nada. Entre una y otra cosa, se jodió el plan de pasar el largo fin de semana en la casa de la sierra.Y, encima, no llueve, aún, hostia.

Ustedes, también van a salir perjudicados, no crean. Como estoy por aquí, seguro que mañana vuelvo a dar la paliza, porque llueve. Pues eso.

En fin. Lluvia.

LOHENGRIN (CIBERLOHENGRIN.COM)28-10-11.

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